23 enero 2008

Con el perdón de todos

Si debajo del sol hay un rincón
a donde huir en busca de los sueños,
que más allá de toda religión
se pudiera intentar
llegar al cielo.
Por que el reino no es solo del Señor
y el edén no es propiedad privada,
que hasta Luzbell pedía una porción
y negoció también su alma.
Por que yo no...
Que por amor he muerto tantas veces
y tantas otras he resucitado,
a pesar de todos los pesares,
de la biblia, de Dios... Y del pecado.
Que el infierno me espera, ya lo se,
me han dicho alguna vez
y es muy probable
que me condene Dios pues soy culpàble.
Por no negar
tu santo nombre tres veces a diario,
cada vez que el reloj marque la hora
antes que cante el gallo de la aurora.
Te besaré...
Con el perdón de todos los que miren,
con la anuencia de todos los que callen
por que el día final...
te aseguro que pagaré la cuenta
y aunque me crucifiquen boca abajo
yo te amaré
como aman los locos que se pintan
de azul los sueños sin que importe nada,
los locos que han creído que podían
amar así, con una flor sonriendo en la solapa...
y por que no...
Te amaré más aún de lo divino,
te amaré con espinas y cuchillos
que el mismo Dios...
tendra envidia de no volverse humano
con el perdón
de todos los que aguardan un milagro.

1 comentario:

Unknown dijo...

Este poema es muy bello. Me gusta mucho el estilo. Supongo que no es su intención discutir estérilmente sobre religión, sino encontrar la manera de hacer que la inspiración tome forma escrita basándose en un conocimiento previo, aunque no muy profundo (disculpen la sinceridad), de la tradición cristiana. ¡Buena esa, Yaka!